“Los tapones del oído deberían estar prohibidos”

Con la llegada del buen tiempo, momento de baños en piscinas y gargantas vuelve a nuestras mentes la eterna pregunta de si es necesario el uso de tapones para el baño o no es aconsejable. El otorrinolaringólogo, Dr. Juan Coma de Clínicas TMI aclara estas dudas y nos ofrece consejos desde el punto de vista profesional.

El Dr. Juan Coma, otorinolaringólogo de Clínicas TMI aclara a Guía de Navalmoral la falsa creencia de la necesidad de usar tapones para los oídos cuando nos bañamos en una piscina o garganta. “Los tapones del oído deberían estar prohibidos, a no ser que exista una patología como una perforación o algo similar. El tapón del oído es un cuerpo extraño que pones dentro de la oreja y que puede producir una serie de reacciones como eccemas, cera. El tapón tendría que estar prohibido”, asegura.

El Dr. Como explica que “el problema es el agua que entra por la nariz. Cuando uno se tira a una piscina o una garganta entra agua por la nariz y se transmite al oído, y por eso se producen las otitis”. Por ello, su consejo es claro. “Cuando uno se tira al agua debe soplar por la nariz o tirarse con pinzas. Y cuando sale del agua tiene que sacarse bien el agua de la nariz para evitar estos problemas de oído”.

Aunque existe aún una falsa creencia, o más bien una costumbre del uso de tapones en el baño en piscinas, el Dr. Coma afirma que “desde el punto de vista médico es negativo utilizar tapones para meterse en el agua y no es aconsejable ya que puede producir otros problemas, no de oído sino de piel, como eccemas, irritaciones, lo que se llama otitis externas”

Y sin dejar de hablar de costumbres, el Dr. Coma también apunta acerca del incremento del uso de auriculares entre los jóvenes, “que están produciendo un aumento de problemas de oído de gente joven”. Recordando también los efectos negativos de los grandes amplificadores de las discotecas  “que hacen sufrir mucho al oído, el cual avisa mediante un pitido”.

Vacunas para evitar operaciones de anginas

Hace quince o veinte años las operaciones de anginas eran muy numerosas. Como apunta el Dr. Coma “antes yo realizaba hasta cuarenta operaciones de anginas a la semana. Ahora este número se ha reducido a una operación cada ocho meses”.

El motivo de esta reducción de intervenciones no es otra que la aparición de un nuevo tratamiento. “Se trata de unas vacunas autógenas polibacterianas, en forma de spray que inmuniza la zona y las anginas se desactivan”, explica el Dr. Coma. Este tratamiento de vacunas también se utiliza para problemas de vegetaciones consiguiendo reducirlas.Si se trata de unas amígdalas cuyo único problema es su tamaño, que sean muy grandes, pero que sean buenas, es decir “que no sean focales, ni produzcan reuma”, entonces existe una técnica que hoy día se utiliza mucho y es la reducción de amígdalas, la amigdaloplastia. “Con esta técnica se consigue reducir las amígdalas y así el paciente mejora en todos los aspectos, respira mejor, no tiene ruidos al respirar etc… y se evita quitar un órgano que está en perfecto estado y que cumple su función de defensa en el organismo”, afirma el Dr. Coma.

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